jueves, 16 de agosto de 2012

Polémico: médicos que amputaron piernas a paciente seguirán ejerciendo video

En las declaraciones de los culpables, el juez ya los sentencio sobre el caso del señor Villanueva en el Hospital Sabogal, se hacen evidentes varios aspectos negativos de nuestra sociedad. Primero, el único punto en el que se puede estar de acuerdo con el que se presenta como el médico Tapia sobre lo injusto de la sentencia. Estos médicos han arruinado la vida completa del paciente, por lo que no solo deberían estar en cárcel efectiva (esto es, sentencia mayor a los 4 años), sino que se debería de retirarles el título de médico, igualmente el Colegio Médico, debería ya, haberlos retirado la colegiatura gremial para que no sigan ejerciendo y reducir al mínimo las probabilidades de que sigan haciendo daño. Esto se sustenta sobre todo, cuando a la manera del profesor Jirafales, dicen que nunca se equivocaron, en pocas palabras piensan seguir ejerciendo, pero nadie se ha preocupado del riesgo a la que estarán expuestos sus pacientes. De alguna forma esto muestra, una vez más el tráfico de influencias y corrupción – hacemos oídos sordos y nos tapamos la vista. Por alguna icomprendible razón, estamos acostumbrados a pasar por encima de los derechos del paciente, se los trata, con soberbia, como si fueran ignorantes – a cualquier observación la respuesta es “usted no es médico” (acaso el médico es la única persona capaz de entender? ) y sus explicaciones suelen ser en términos técnicos para demostrar su superioridad. Estos señores se cubren las espaldas de sus errores con frases como “estaban dentro de la probabilidad por la complejidad del caso”, lo conocen como “riesgo”, pues  nunca reconocen que es resultado de algún error humano, exponiendo al paciente a riesgos innecesarios, para dichas intervenciones de una manera perversa e inhumana, olvidando que una intervención quirúrgica  sin duda, representa una invasión al organismo por lo cual el paciente deposita toda su confianza en el médico, entregando  literalmente su  vida en sus manos, con el objetivo de curar la enfermedad  o al menos mejorarnos.

Tampoco debemos olvidar que estos señores han pasado por las universidades. Habría que averiguar que, como y donde estudiaron y si lo tomaron con la seriedad necesaria. La calidad de estas enseñanzas es responsabilidad del estado, que debería supervisar  de manera continua para evitar casos futuros. Igualmente, la sociedad debería tener participación en esta supervisión y evitar que se tengan escuelas de medicina sin las mínimas condiciones necesarias, pero si muy rentables económicamente.